Cómo los “súper precisos” misiles Spike de Israel podrían haber matado a los trabajadores humanitarios británicos en Gaza.

Operado por un escuadrón de la Fuerza Aérea Israelí conocido como Black Snake, se cree que el dron Hermes 450 que persiguió un convoy de ayuda que viajaba por la carretera costera de Gaza llevaba un misil diseñado para matar de forma limpia.

Chris Lincoln-Jones, un ex mayor del Ejército Británico que ha trabajado con las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), cree que existe una “alta probabilidad” de que tres misiles Spike disparados en rápida sucesión impactaran en los vehículos el lunes por la noche, matando a tres británicos, un australiano, un polaco, un palestino-estadounidense y un palestino-canadiense.

“Es absolutamente preciso”, dijo después de estudiar imágenes del convoy destrozado, con los techos de los vehículos perforados limpiamente por el arma. “Si apuntas al lado del conductor, lo golpearás de lleno. Si estuvieras al otro lado de la calle, te sacudiría y podrías ser alcanzado por algunos fragmentos, pero sobrevivirías”.

Lincoln-Jones lo sabría. Ha pasado cinco años estudiando el equipo militar de las IDF en Haifa y Tel Aviv, donde estuvo involucrado en la adquisición del dron Watchkeeper del Ejército Británico, que se basaba en el Hermes 450. Están equipados con misiles Spike “dispara y olvida” fabricados por Rafael Advanced Defense Systems, una compañía de armas israelí.

Las imágenes de los tres vehículos destruidos sugieren una serie de ataques altamente dirigidos, dijo. “Es el único misil que conozco en el ejército israelí que, en mi experiencia, causaría tan poco daño colateral. Solo mataría a las personas dentro del automóvil”, dijo.

Alrededor de las 9:30 p.m., cuando los tres vehículos que transportaban a los trabajadores de ayuda conducían por la carretera al-Rasheed hacia la frontera egipcia, las imágenes de una sartén en sus techos, el logotipo de World Central Kitchen (WCK), casi se habían vuelto comunes.

Los vehículos formaban parte de una entrega de ayuda de emergencia, alimentos y suministros a Gaza que habían sido entregados a través de barcazas, muelles temporales y convoyes.

En los días anteriores, WCK se había estado preparando para una entrega de 400 toneladas de ayuda, suficiente comida para hacer un millón de comidas, y el segundo envío de la organización a Gaza. Entre los suministros de arroz, pasta, harina y vegetales enlatados había un “envío especial” de dátiles, para ser comidos durante el ayuno del Ramadán.

El convoy consistía en tres vehículos, dos de ellos SUV blindados y el tercero, un sedán con una “piel suave”, aparentemente sin modificaciones. Viajaban a cierta distancia el uno del otro, con aproximadamente una milla y media entre el primer automóvil y el último. Los pasajeros llevaban chalecos antibalas con parches de WCK.

El convoy se dirigía hacia el área de preparación en el cruce de Rafah, a lo largo de la carretera costera, que es larga y a menudo está abarrotada. Un puesto de control del ejército israelí se encuentra al norte del muelle de WCK y una carretera militar corre de oeste a este, bloqueándolo del resto del norte de Gaza.

Se sabe que hay una ruta más óptima desde el almacén hasta Rafah que es rápida y segura para los camiones de ayuda, pero está prohibida por las IDF y permanece cerrada. Se sabe que la carretera que tomaron es una zona de alto riesgo, donde los trabajadores de ayuda han sido puestos repetidamente en peligro debido al colapso del orden civil y los disparos y bombardeos militares.

Un trabajador de seguridad privado que está familiarizado con la coordinación de paso seguro para grupos de ayuda en Gaza le dijo a The Times: “[Los trabajadores de ayuda] tienen que identificarse ya sea con un comandante local o con el Comando Sur [de las IDF], que no funciona en tiempo real, ya que existe la posibilidad de que la información no llegue al terreno a medida que se filtra a través de la cadena de mando. Sin embargo, la necesidad urgente de transportar ayuda y las rutas limitadas de convoy probablemente significaron que no había otra opción”.

Según una fuente militar que opera en el terreno en Gaza, la ubicación significa que las fuerzas están en alerta máxima. Si bien la actividad humanitaria puede ser conocida por aquellos en el terreno, el “ojo en el cielo” puede identificar una amenaza y disparar sin coordinación con las tropas terrestres, dijo la fuente.

Algunos “incidentes están abiertos a interpretación por las tropas de las IDF”, dijo la fuente, y las “zonas seguras” y las “zonas de ataque”, donde el ejército israelí está en plena operación, pueden cambiar en cualquier momento. Las reglas de enfrentamiento incluyen instrucciones como “libre para disparar” y “prohibido disparar”, por ejemplo, cuando hay unidades de las IDF o trabajadores humanitarios cerca, a menos que haya una amenaza directa.

No estaba claro de inmediato cuáles eran las reglas de enfrentamiento en la carretera, ni si el operador del dron detectó una amenaza y tomó la decisión de abrir fuego sin recibir permiso del comandante, como dicta el protocolo.

Cerca de la carretera, hay letreros que dicen: “Cruzar esta línea puede resultar en muerte”. Sin embargo, la fuente afirmó que a menudo es decisión de un individuo si un vehículo o una persona representa una amenaza o simplemente está buscando comida.

Se informa que algunos trabajadores de ayuda se quejaron de haber sido atacados por un “francotirador de las IDF” días antes mientras viajaban por la misma autopista. Entre ellos se encontraba el británico John Chapman, ex miembro del Special Boat Service.

Según sus colegas, los miembros del convoy no estaban tomando riesgos esa noche y habían coordinado sus movimientos con el ejército israelí de antemano. Algunos miembros del grupo se habían reunido horas antes con Sigrid Kaag, la coordinadora humanitaria especial de las Naciones Unidas para Gaza, para discutir la mejora de las condiciones de entrega de ayuda.

En un comunicado, WCK dijo que su equipo había estado viajando en una “zona despejada en dos automóviles blindados con la marca de WCK y un vehículo de piel suave”. Agregó: “A pesar de coordinar los movimientos con el [ejército israelí], el convoy fue atacado cuando salía del almacén Deir al-Balah”.

Lincoln-Jones dijo que un Hermes 450 habría tenido una imagen clara del logotipo de la organización benéfica. Dado que la ruta había sido aprobada por las autoridades militares, dijo que Israel “probablemente incluso conocía los nombres de las personas a bordo”.

WCK dijo en un comunicado que su equipo se había coordinado con funcionarios militares israelíes y tenía autorización para conducir la ruta. Funcionarios israelíes dijeron que habían estado trabajando en estrecha colaboración con WCK durante meses en Gaza, y una fuente militar los llamó los “buenos”.

Después de dejar aproximadamente 100 toneladas de suministros en el almacén, un técnico que trabajaba cerca de la carretera para la Media Luna Roja Palestina escuchó la primera explosión. Minutos después, se escucharon otros dos ataques aéreos. Las primeras personas en llegar al lugar describieron ver cuerpos destrozados por las explosiones pero con sus chalecos antibalas aún visibles. Sus pasaportes ayudaron a identificar los cuerpos.

En un video filmado por un técnico médico voluntario de 29 años y compartido con The Washington Post, los trabajadores de rescate están en el lugar. “Son extranjeros”, dice uno, observando el interior de un Toyota blanco. “¿Por qué fueron atacados?” pregunta otro. “No tengo idea de por qué fueron atacados. ¿Cómo lo sabría?”

Se encontró un vehículo al costado de la carretera, mirando hacia el norte, con las ventanas destrozadas y las puertas ennegrecidas. Un segundo vehículo, el Toyota, estaba en medio de la carretera, a media milla al sur, con un agujero perforado en su techo junto al logotipo, que abarcaba casi la mitad de su ancho. Se encontró un tercer vehículo en la carretera a una milla de distancia.

Se informa que los ataques ocurrieron en sucesión. El tercer automóvil, según las imágenes, parece haber sufrido el daño más extenso, lo que sugiere que fue el automóvil de carcasa blanda el que fue atacado por último.

Se dice que las IDF intentaban matar a un combatiente armado de Hamas que creían que se escondía en un almacén de alimentos visitado por el convoy. Sin embargo, existe una creciente preocupación por el mando y control de Israel en Gaza. Fuentes militares dijeron al periódico Haaretz que los “comandantes indisciplinados y rebeldes” eran responsables.

Una fuente en la rama de inteligencia dijo que el Comando Sur de las IDF “sabe exactamente cuál fue la causa del ataque: en Gaza, todos hacen lo que quieren”.

Después de que se le presentaron los hallazgos iniciales de la investigación de Israel sobre las muertes, Herzi Halevi, el jefe del estado mayor general que lidera el Comando Sur, emitió una disculpa sombría. “Fue un error que siguió a una mala identificación, de noche, durante una guerra, en condiciones muy complejas”, admitió. “No debería haber sucedido”.

Incluso si los combatientes de Hamas estuvieran en los automóviles en el momento de los ataques, Lincoln-Jones cuestionó por qué se había autorizado el ataque, dado el riesgo de víctimas colaterales.

“El Ejército Británico no dispararía en ningún caso contra ese convoy, incluso si pudiéramos identificar positivamente a un hombre armado de Hamas subiendo a uno de los automóviles. Sabrías que todas las personas que viajan en el automóvil morirían. Sería inconcebible que los británicos o los estadounidenses hicieran eso. El hecho de que los israelíes destruyeran los tres automóviles es completamente imperdonable”, dijo.

Agregó: “Hamas es una organización terrorista completamente inaceptable. Lo que Hamas no hace es pretender ser algo más de lo que es. Los israelíes afirman ser una fuerza armada civilizada y orientada hacia Occidente. Claramente no